A los 17 años, con solo un kit de pinturas para caritas y un puñado de volantes, comencé mi emprendimiento. Ese pequeño inicio me enseñó una gran verdad: podía ganar más que muchos de mis compañeros de preparatoria y sobre todo que el miedo, la verguenza nos limitan y que para vender hay que desarrollar nuestra actitud.

Con los años he creado distintos emprendimientos, publicado libros y acompañado a otras mujeres a transformar sus talentos en ingresos reales. Mi propósito es demostrar que cualquiera puede vender y construir un camino.

Hoy, a mis 39 años, miro hacia atrás y veo que cada paso me trajeron hasta aquí: a vivir de lo que amo, con propósito y con pasión.

Por eso, he convertido mi experiencia en un curso personalizado y un espacio de coaching: para que tú también te atrevas a vender, a creer en ti y a construir la vida que sueñas.